Por Lucía Luque Yuste
Durante años, los influencers han sido los reyes y reinas del marketing digital. Marcas de todo tipo han apostado por ellos para conectar con sus audiencias, transmitir confianza y, claro, vender. Desde grandes campañas con celebrities hasta colaboraciones con microinfluencers, este modelo ha funcionado. Pero ahora, en 2025, estamos viendo cómo aparece una nueva figura que está ganando fuerza: los creadores de contenido generados con inteligencia artificial. La IA ya no solo sirve para hacer resúmenes o editar fotos. También está empezando a crear influencers. Y no hablamos de simples avatares pixelados, sino de perfiles que parecen completamente humanos, que generan contenido, tienen seguidores y hasta colaboran con marcas conocidas.
Influencers virtuales que ya son celebridades
Un buen ejemplo es Lil Miquela, la primera influencer creada con inteligencia artificial. Fue creada por la startup Brud y, aunque no existe como persona, ha trabajado con marcas como Prada o Calvin Klein. Tiene millones de seguidores, publica contenido como cualquier influencer… y mucha gente interactúa con ella como si fuera una chica más en Instagram o TikTok.
¿Qué les gusta a las marcas de estos influencers virtuales? Principalmente, el control. No hay escándalos, no hay opiniones polémicas, no hay días malos. Todo está milimétricamente diseñado. Además, con los avances en IA generativa, es posible crear rostros, voces y hasta movimientos tan realistas que cuesta distinguir si es una persona de verdad o no. Según un informe de The Drum, el 60% de los responsables de marketing en grandes empresas prefiere trabajar con influencers virtuales por la coherencia de marca que ofrecen. Es decir, siempre dicen lo que la marca quiere, con la imagen perfecta, sin margen de error.
El valor de lo humano
A pesar de todo esto, los influencers de carne y hueso todavía tienen algo que la inteligencia artificial no puede imitar del todo: la autenticidad. Esa capacidad de generar emociones reales, de contar una historia personal o de mostrar vulnerabilidad. Esa cercanía que sentimos cuando alguien comparte su día a día, con sus alegrías y también con sus problemas. Eso sí, no todos los influencers humanos están a salvo en este nuevo escenario. Plataformas como TikTok priorizan el contenido que retiene la atención, sin importar quién lo haya creado. Por eso, algunos micro creadores están empezando a usar herramientas como HeyGen o Synthesia para producir más vídeos y hacerlo más rápido. Y no solo eso: muchos ya usan ChatGPT para escribir sus textos, editores automáticos para sus vídeos o IA para analizar sus estadísticas y mejorar su estrategia. En otras palabras: el nuevo influencer ya no es solo humano. Es humano… y digital.
¿A quién eligen las marcas?
Depende del objetivo. Si una marca quiere impacto rápido, imagen futurista y control absoluto, es probable que apueste por avatares o contenido creado por IA. Pero si lo que busca es cercanía, credibilidad y una conexión emocional con su comunidad, la figura humana sigue siendo la más potente.
De hecho, ahora se está explorando una vía intermedia muy interesante: los influencers reales que crean su propio avatar digital. Así, pueden estar “presentes” en varios lugares al mismo tiempo, trabajar en campañas distintas o asistir a eventos online sin moverse del sofá. Y todo sin perder su esencia, porque detrás sigue habiendo una persona real. Esto abre una puerta enorme para quienes entienden la tecnología como una herramienta, no como una amenaza. Tal y como decía un artículo reciente de Forbes: “La inteligencia artificial no sustituye a los creadores, pero sí redefine su rol y multiplica sus posibilidades”. Y tiene todo el sentido.
Entonces, ¿estamos ante el fin de los influencers?
No, en absoluto. Lo que estamos viendo es una evolución. La IA ha llegado para quedarse y transformará muchas formas de crear contenido. Pero eso no significa que los influencers humanos vayan a desaparecer. Más bien, tendrán que adaptarse, integrar nuevas herramientas y entender cómo sacarles partido sin perder lo que los hace únicos.
El futuro será, sin duda, híbrido. Veremos campañas creadas por humanos pero optimizadas con IA. Influencers con versiones digitales que los representen en distintos canales. Marcas que combinan la cercanía de una persona con la eficiencia de un avatar. El reto no es elegir entre humanos o máquinas, sino encontrar la mejor forma de trabajar juntos. Porque si algo está claro en 2025, es que el contenido sigue siendo el rey… pero ahora tiene nuevos aliados en el reino.
Referencias:
- El Publicista. (2024, 4 de marzo). Se viene el marketing de voz, IA a raudales e influencers virtuales. El Publicista. https://www.elpublicista.es/articulos/viene-marketing-voz-ia-raudales-influencers-virtuales
- Hola. (2025, 7 de abril). ¿Está cambiando la moda? Influencers virtuales y el impacto de la inteligencia artificial. ¡HOLA! https://www.hola.com/moda/20250407822425/inteligencia-artificial-influencers-virtuales-cambio-moda-pm/
- PwC España. (2023). Influencers virtuales generados con IA: auge y necesidad de regulación. PwC. https://www.pwc.es/es/newlaw-pulse/entretenimiento-medios/influencers-virtuales-generados-con-ia-auge-regulacion.html