Por Lucía Luque Yuste
La inteligencia artificial es uno de los principales factores por los que ha cambiado el comportamiento del consumidor a la hora de una compra, ofreciendo grandes numerosos a la vez de grandes desafíos. Hay que admitir que muchas de nuestras decisiones a la hora de comprar están cada vez más influenciadas por el entorno digital, donde la IA juega un gran papel. Esta tecnología promete mejorar la vida del consumidor en muchos aspectos, pero plantea otros riesgos que hay que analizar detenidamente sobre si en realidad es un beneficio su ayuda para nosotros.
La influencia de la IA en el comportamiento del consumidor
El comportamiento del consumidor se forma a través de la interacción entre la psicología y los algoritmos que nos rodean. A medida que los modelos del lenguaje y la IA se desarrollan progresivamente, el impacto que tienen en los consumidores se amplifica. Los consumidores se basan en las ideas de la IA para personalizar su experiencia, recomendar productos y optimizar el tiempo de conversión.
Este uso de la IA para influir en el comportamiento influye en el rango de expresión y elección del consumidor. Al ofrecer infinitas opciones y enfoques, se llegan a ocultar muchas alternativas que los usuarios están dispuestos a explorar, afectando su comportamiento y decisiones. Esto cuestiona la autonomía y la motivación humana, el saber cómo la IA afecta realmente a lo que consumimos y cómo lo hacemos.
Los beneficios e inconvenientes de la IA en el consumo
El mayor beneficio de la IA en el consumo es la facilidad que ofrece para mejorar la decisión del consumidor. Esta tecnología destaca por su gran capacidad para analizar datos y hacer recomendaciones personalizadas, por lo que ayuda con el ahorro de tiempo y precisión para encontrar los productos más afines a nuestra personalidad. Por ejemplo, el uso de chatbots y sistemas de atención al cliente personalizados gracias a la IA, permiten a los consumidores resolver sus dudas al instante y de manera eficiente.
A pesar de las numerosas ventajas, la Ia también plantea una serie de riesgos que condicionan su uso. un punto clave es tener en cuenta que muchos sistemas de IA funcionan como “caja negra” tanto para consumidores como para desarrolladores. Uno de los mayores peligros de la IA es su potencial para restringir la experiencia humana. Cuando los consumidores confían cada vez más en sistemas de IA para tomar decisiones, pueden estar cediendo una parte significativa de su agencia a estos algoritmos. Esto podría llevar a una reducción del rango de elección, donde las personas simplemente aceptan las opciones presentadas por la IA sin explorar alternativas o perspectivas nuevas. Por ejemplo, los sistemas de recomendación pueden crear «burbujas de filtro», donde los usuarios solo ven contenidos que confirman sus preferencias previas, limitando su exposición a ideas y productos diferentes.
Otro de los inconvenientes es la «autolimitación» digital, un fenómeno en el que los consumidores restringen sus interacciones con la IA por preocupaciones sobre la privacidad o la seguridad. Esto puede ocurrir cuando las personas desactivan funciones como el reconocimiento de voz en sus dispositivos o evitan ciertos servicios por temor a la vigilancia. Aunque estas decisiones pueden proteger la privacidad del usuario, también limitan el acceso a las capacidades avanzadas que ofrece la IA.
Un enfoque equilibrado hacia el futuro
Aunque la IA ofrece infinitas ventajas, las empresas deben no sacrificar la autonomía del consumidor en favor de la eficiencia. Es muy importante que las organizaciones sepan implementar la aia para que potencie las empresas en lugar de ponerlas por encima de la crítica humana.
En el futuro, se debe encontrar el equilibrio entre la personalización y el acceso a nuevas alternativas. Las empresas deben enfocarse en una tecnología que facilite el trabajo a los consumidores, sin manipular el conocimiento ni la experiencia humana.
En conclusión, la IA tiene mucho poder para controlar y cambiar el comportamiento del consumidor de una manera duradera. a
Aunque ofrece numerosos beneficios, es muy importante tener capacidad para controlarla dentro de una empresa y desde el enfoque del trabajador para evitar posibles riesgos. Un enfoque cuidadoso y con límites permitirá a la IA alcanzar su máximo potencial sin limitar la autonomía y las opciones del consumidor.
Referencias:
- El País. (2024, noviembre 29). La IA cambia el comportamiento del consumidor: ¿Beneficio o limitación? Cinco Días. https://cincodias.elpais.com/companias/idearium/2024-11-29/la-ia-cambia-el-comportamiento-del-consumidor-beneficio-o-limitacion.html
- PR Noticias. (2024, octubre 15). Neuromarketing e IA: Así pueden transformar los hábitos de consumo. https://prnoticias.com/2024/10/15/neuromarketing-ia-asi-pueden-transformar-los-habitos-de-consumo/