TikTok Shop y el algoritmo: cómo la IA decide qué productos se vuelven virales

Por Lucía Luque Yuste

TikTok ha transformado radicalmente nuestra forma de relacionarnos con el contenido digital. No solo ha cambiado la manera en la que consumimos vídeos, también ha reducido nuestra capacidad de atención y, más recientemente, ha revolucionado la forma en la que compramos. Con la llegada de TikTok Shop, la app ha dado un paso más allá al integrar directamente la compra de productos dentro de los vídeos y transmisiones en vivo. Pero lo más interesante no es la tienda en sí, sino el algoritmo que hay detrás, impulsado por inteligencia artificial. Ese sistema es el que realmente decide qué productos se vuelven virales y cuáles pasan desapercibidos.

¿Cómo funciona TikTok shop?

TikTok Shop permite a los creadores mostrar y vender productos sin que el usuario tenga que abandonar la plataforma. Es tan sencillo como ver un tutorial, un haul o un unboxing, y comprar con un solo clic. Lo fascinante es que no se trata simplemente de una tienda online dentro de la app. Lo que la diferencia de otras plataformas es que el propio algoritmo de TikTok empuja los productos con mayor probabilidad de convertirse en éxito de ventas. Es decir, no estás viendo esos vídeos por casualidad. La IA analiza tus interacciones, los temas que te interesan, el tiempo que pasas viendo ciertos vídeos y hasta tus búsquedas recientes. A partir de ahí, cruza esa información con lo que está funcionando en otros perfiles parecidos al tuyo y te muestra productos que, muy probablemente, terminarás comprando.

La viralidad funciona con el cálculo

La viralidad, entonces, ha dejado de ser algo que dependía únicamente de la suerte o de la creatividad del creador. Ahora es un proceso calculado, optimizado por un sistema que mide todo al detalle. El algoritmo analiza qué vídeos obtienen más clics en el botón de compra, cuáles tienen mejor tasa de conversión, qué estilos visuales generan más atención, y qué creadores tienen un historial sólido de ventas. Incluso detecta patrones comunes entre los vídeos que mejor funcionan: colores suaves, luz natural, música específica o cierto tipo de narrativa. Todo esto se traduce en una experiencia de compra personalizada al extremo, que muchas veces parece adelantarse a tus propias necesidades.

En este entorno, hay productos que nacen virales. Algunos, prácticamente desconocidos, terminan agotados en pocas horas después de aparecer en uno o varios vídeos. La famosa frase “TikTok me hizo comprarlo” no es casualidad, es el resultado de una estrategia algorítmica muy bien diseñada. Lo curioso es que no siempre hace falta que una influencer con millones de seguidores hable de un producto. A veces, basta con que un microcreador con una comunidad fiel publique un vídeo auténtico para que las ventas se disparen. En TikTok Shop, la fama no garantiza el éxito. Lo que importa es la capacidad de generar engagement y conversiones.

Muchas marcas están empezando a adaptar sus productos pensando específicamente en TikTok. Cuidan el packaging, buscan que el producto tenga una funcionalidad visualmente atractiva, y ajustan el precio para que resulte irresistible. Marcas como CeraVe o Glow Recipe, por ejemplo, han conseguido un escaparate perfecto en esta plataforma, y productos como gadgets de cocina se vuelven virales casi sin esfuerzo cuando cumplen con estas condiciones.

¿Qué implica esto para las marcas y creadores?

Todo esto plantea un nuevo panorama tanto para creadores como para marcas. Ya no basta con subir un vídeo estéticamente bonito. Ahora es imprescindible entender cómo piensa el algoritmo y crear contenido que lo seduzca. Los creadores tienen más poder que nunca. Literalmente, cualquiera puede empezar a generar ingresos si logra crear contenido que funcione dentro de esta lógica algorítmica. Por eso muchas marcas ya no se centran únicamente en macroinfluencers. Están fichando microinfluencers, embajadores espontáneos y personas reales que generan confianza y convierten.

Para las marcas, el reto está en adaptarse con rapidez. El ciclo de vida de un producto viral puede durar apenas unos días. Detectar tendencias a tiempo, saber aprovecharlas y tener capacidad de reacción se ha convertido en una necesidad. Además, no se trata solo del contenido. TikTok Shop también está automatizando todo el proceso de compra: desde el análisis de inventario hasta la gestión de envíos. En algunas categorías, este modelo ya compite directamente con Amazon, sobre todo por la capacidad de descubrir productos de forma orgánica y entretenida.

El lado oscuro del algoritmo

Sin embargo, este sistema también tiene su lado oscuro. Hay quien se pregunta hasta qué punto estamos tomando decisiones de compra realmente libres. ¿Nos está moldeando el algoritmo más de lo que creemos? ¿Es ético priorizar contenidos según su potencial de venta en lugar de su valor informativo o emocional? Aunque la experiencia de compra es fluida y entretenida, no debemos olvidar que el objetivo principal del sistema no es nuestro bienestar, sino maximizar los beneficios.

Por eso, es importante mantener una actitud crítica frente a todo lo que vemos. TikTok puede ser una herramienta poderosa para descubrir productos, apoyar a pequeños creadores y facilitar compras útiles. Pero también puede empujarnos a consumir de forma impulsiva. Al final, el algoritmo puede saber mucho sobre nosotros, pero la decisión de comprar (o no) sigue estando en nuestras manos.

Referencias:

  1. MarketingDirecto. (2024, marzo 28). Cifras de vértigo: TikTok Shop se convierte en la meca del consumismo desaforado. MarketingDirecto. https://www.marketingdirecto.com/digital-general/social-media-marketing/cifras-vertigo-tiktok-shop-meca-consumismo-desaforado
  1. Morales, C. (2025, 7 de abril). Del «me gusta» al «lo compro»: Así redefine TikTok Shop el Social Commerce en España. PR Noticias. https://prnoticias.com/2025/04/07/del-me-gusta-al-lo-compro-asi-redefine-tiktok-shop-el-social-commerce-en-espana/

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