Un hook, o gancho, es el elemento inicial en un vídeo o historia que capta la atención del espectador y hace que se queden descubrir qué pasa. Están basados en principios psicológicos para influenciar en el comportamiento de la audiencia y se introduce en los primeros segundos de un vídeo o al principio de una historia para establecer intriga y curiosidad. Son una garantía de que el contenido que viene a continuación será interesante. En el sector del makerting digital, un buen hook puede ser un elemento clave para mejorar las métricas del contenido
Los hooks pueden darse en distintos formatos: pueden ser títulos llamativos, el comienzo impactante de una historia o incluso elementos visuales. La razón de por qué son tan efectivos estos elementos viene dada por su base científica, ya que influencian al consumidor sin que estos apenas se den cuenta. En la psicología del consumidor se desarrollan diferentes principios que, al aplicarse en estas técnicas, aumentan significativamente su efectividad. Una de las teorías más comunes en las que están basados estos ganchos es el principio de la brecha de información de Loewestein (1994), que explica que cuando las personas detectan que les falta información en una narrativa, deciden quedarse hasta que esa falta de información esté saciada.
Aplicar estos hooks en el marketing digital es muy sencillo. Ya que su función principal es la de atrapar al espectador, debe ser la primera impresión que recibe. Una forma muy eficaz de implementarlos es lanzando una pregunta a la audiencia, por ejemplo: «¿Sabes lo que pasa si añades este sérum a tu rutina de skincare?». El espectador va a quedarse para saber, tal y como promete el enunciado, qué es lo que pasa si usa el sérum del que va a hablar.
Otro tipo de hook muy efectivo es el que nos introduce una historia, pero el orden natural del desarrollo está invertido. Primero se introduce el desenlace y luego se desarrolla el cuerpo de la historia. En este tipo de hooks, el por qué no es tan importante como el resultado de la acción: «He usado este serúm todas las noches y esto fue lo que pasó».
En cambio, los hooks visuales (en vídeos) vienen dados por la capacidad de retener al espectador no por el contenido de la historia si no por lo que ocurre alrededor de la misma. Dependiendo del objetivo del hook, pueden aparecer al principio o durante todo el vídeo. Si aparecen en los primeros segundos, su finalidad es la de evitar que el espectador deslice hacia el siguiente sin siquiera prestar atención. Esto aumenta el nivel de retención. Estos hooks pueden ser un resultado antes de introducir el proceso, como una foto de la piel después de usar un serúm. Por otro lado, aparecen durante el video para no aburrir al espectador si su atención empieza a divagar de la narrativa inicial y prefieren abandonar. Estos hooks se dan cuando aparecen objetos o acciones ajenos a la historia pero que desvían nuestra atención a ellos. por ejemplo, el narrador se empieza a peinar o a maquillarse.
Uno de los hooks más usados en el sector de la belleza es el del maquillaje. El narrador puede estar contando cualquier historia, relacionada o no con el maquillaje o la belleza, y nuestra atención estará enfocada en los pasos de su rutina de maquillaje y qué productos se aplica. Por ejemplo: «Get Ready With Me para ir a hacer mi último examen de la carrera». El narrador contará una historia sobre sus estudios y el examen mientras, ajeno a toda la historia, hace toda una rutina de maquillaje.
En conclusión, los hooks son un elemento clave del que no podemos olvidarnos a la hora de crear contenido. Debido a lo altamente digitalizado que está todo a nuestro alrededor, se ha demostrado que la mente humana pierde fácilmente la concentración, por lo que estos trucos psicológicos pueden marcar la diferencia en la forma en la que la audiencia interactúa con el contenido.
Referencias:
- Martyr, A. (2024). How to write a Hook for a Video to Skyrocket to 1M+ Views.
- Price, M. (2017). Cambiar mediante la curiosidad según el enfoque insight del conflicto.
- The Objective (2023). Un estudio revela el desplome de la capacidad de atención de los jóvenes por la digitalización.